Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso” |
(y mostró ingenuamente sus cuatro espinas), después agrego :
-¡NO TE DETENGAS MAS!, ES MOLESTO, ¡HAS DECIDIDO PARTIR, VETE!
No quería que el principito la viera llorar, era una flor tan orgullosa.
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